Fue la crónica de una muerte anunciada. En realidad, ya hace rato que Banfield no respiraba. El oxígeno era escaso. Los signos vitales no respondían. Sólo era el letargo de una agonía que se prolongó semana tras semana. No había ni hubo forma de cambiar el diagnóstico. La enfermedad ya se había expandido. No había cura. Y ayer, después de estar en coma un largo tiempo, al equipo del Sur le sacaron el respirador. Tras 11 años en la máxima categoría, donde se dio el lujo de jugar copas internacionales y hasta de dar una vuelta olímpica, Banfield retornó al Nacional B.\n\n¿Qué es un número? En esencia es una cifra que sirve para distintas operaciones matemáticas. Pero también es un sustantivo que gana significación según sea el contexto. Treinta (30), los puntos que alejaban a Banfield de la Promoción al inicio de temporada. Veintidós (22), las irrisorias unidades que cosechó de 114 posibles a lo largo de 38 fechas. Ni la renuncia del presidente, Carlos Portell, limpia los enormes desaciertos de la CD. Tan simple como exacta es la explicación de un descenso. El partido con Colón fue sólo el empujón para caer al abismo. Con apenas orden en sus líneas y efectividad en tres contragolpes les bastó a los de Sensini para darle a Esteban Fuertes, autor de dos goles, una despedida grata. “No le puedo pedir más al fútbol. Fueron 20 años maravillosos. Es el momento justo para finalizar mi carrera. Estoy orgulloso de lo que hice”, expresó el delantero, que se retiró con 228 goles en su haber (144 en Colón).\n\nLa brisa que rodeó durante dos horas el estadio Florencio Sola fue de dolor, de principio a fin. Con el partido liquidado en apenas 30 minutos, los hinchas locales le dieron la espalda al encuentro de su equipo y pusieron las orejas en el Nuevo Gasómetro. Sin embargo, no hubo una vida más. Los shocks eléctricos para revivir a Banfield no sirvieron. La gente lo supo. Y en este fútbol histriónico, una vez más, los hinchas confundieron dolor con violencia. El partido debió suspenderse mientras el público local se peleaba en la tribuna con la policía. Sólo quedó el llanto y la angustia. El silencio y la desazón. Punto final para la agonía. Un taladro en el corazón. La B Nacional será el nuevo horizonte a partir de agosto.\n\nMatías Jofré para
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