Al menos la actitud del equipo fue otra. Todos corrieron y metieron, desde minuto hasta el final. Fue una victoria festejada por cómo venía el equipo, en caída libre. Es cierto que no hubo buen fútbol, no hay triangulaciones, no hay tenencia de balón, mucho menos juego asociado y acciones de peligro armadas. Banfield juega a lo que puede, y en este caso, se encontró con un rival que no presentó mayor resistencia. El primer tiempo fue parejo, el Taladro se encontró con dos penales tempraneros, el primero fallado por Chávez y el segundo, convertido por Bizans. Con la ventaja nada cambió, se prestaban la pelota y las impresiones eran una constante. En el segundo tiempo ellos presionaron un poco más, e intentaron con los cambios llevar más peligro arco de Cambeses que casi no tuvo participación en el juego. Banfield ganó y respira un poco, pero sigue con respirador artificial. Hay deudas desde el juego, no así en la entrega que al menos hoy, fue lo que más se rescató y el hincha lo terminó reconociendo al final del partido. Cuando se observa un equipo con ganas, todo cambia. Ahora se viene Instituto, la presión será de ellos en Córdoba, eso debe aprovechar el Archu. Posiblemente vuelvan a jugar Mateo Pérez, Olivera, Pedro Souto, Matías Romero e Ignacio Rodríguez, jugadores que no venían teniendo continuidad y que ante Central Córdoba, tuvieron un buen partido, sobre todo Souto, quizás la figura de la cancha. 

RESUMEN DEL PARTIDO: