Banfield se tomó el partido como una verdadera final, luego de algunas
dudas en el funcionamiento desde que Crespo se hizo cargo del primer equipo. Un
buen partido contra San Martín, pero con empate, una categórica derrota en
Córdoba contra Talleres y el empate 4 a 4 ante Tigre, dejaban sospechas en
cuanto al funcionamiento colectivo e individual del equipo. Las mismas se
terminaron de disipar hoy, ante el campeón de América. Banfield jugó como lo
tiene que hacer un equipo en su estadio. Presionando alto, teniendo la pelota,
pero siendo vertical, ganando los duelos individuales y generando muchas
situaciones de gol. Volvió a pagar caro una desconcentración y por eso le
empataron el partido a poco del final. Pero hoy el Taladro jugó con muchos
pibes, y todos estuvieron a la altura de las circunstancias, hasta aquellos que
no habían tenido un buen comienzo del torneo. El equipo jugó hoy como quiere
Crespo, y por eso el entrenador se fue contento a pesar del resultado. Son
varios los aspectos positivos a destacar. Arboleda volvió a tener el nivel del
semestre pasado, lo mismo para Civelli y Bravo. Lucho Gómez jugó su mejor
partido como lateral derecho. Cecchini fue el dueño del medio campo, y arriba,
Urzi demostró que debe ser titular indiscutido al igual que Juan Álvarez. Agustín
Fontana volvió a marcar, y esa es una gran noticia para Crespo. Jugando así,
Banfield ganará más de lo que perderá, sus hinchas se irán inflando el pecho de
local y estarán orgullosos de tener un equipo protagonista lejos de casa. Hay
que darle tiempo al nuevo cuerpo técnico para que siga ajustando la idea y que
los jugadores encuentren el mejor funcionamiento.