Desde hace un tiempo la violencia en el fútbol no precisa de dos tribunas. En una sola, se generan facciones que se debaten el poder, luchan por dinero, autoridad y negocios. Banfield no es la excepción. Domina la popular la denominada "Banda del Sur", integrada en su mayoría por habitantes de Villa Niza, un barrio de la zona Oeste, cercano a los Tribunales de Lomas de Zamora. El líder de la barra es Miguel Tuniñali, alias "Miguelito", que retomó las riendas en 2008 luego de pasar casi cuatro años en la cárcel por robo y presunto abuso de mujeres.
Pero Miguelito no volvió "por las buenas". Mientras estuvo tras las rejas, tomó el poder la facción de Roma y Lynch, conocida también como "Villa Bénquez" a quien desbarrancó aprovechando que sus líderes, "Ruso" y "Mikimba", habían sido apresados por intento de homicidio.
Desde ese momento Villa Niza quedó al mando. Con apoyo de la gestión de Carlos Portell dominó la tribuna a su antojo y monopolizó los negocios adyacentes: estacionamiento en los días de partido y de recitales que se hicieron en la cancha, puestos de comidas, entradas. También marcaron presencia en distintas asambleas de socio y en varios "aprietes" al plantel. Con la salida de Portell y la asunción de Eduardo Spinosa como presidente, surgió la incertidumbre sobre un eventual cambio de timón en la barra, pero Villa Niza ratificó su liderazgo. Y los de Villa Bénquez, ya con sus referentes en libertad, no se quedaron de brazos cruzados.
Al finalizar el partido frente a Sarmiento de Junín, en el Florencio Sola, se dio el primer gran choque entre las dos facciones. A pocos metros del estadio, en Viamonte y Peña, miembros de los dos grupos se debatieron a los tiros la recaudación de los "trapitos". El saldo: un herido de bala (perteneciente a la barra de Villa Bénquez) y la amenaza de que la guerra recién estaba empezando.
El riesgo de incidentes llegó rápido al entorno de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte y también a la Policía Bonaerense. Por eso, que cada vez que el Taladro debe jugar como visitante se enciende la luz de alerta. Los últimos dos partidos fueron en el interior y se vivieron distintas realidades: en Corrientes, contra Boca Unidos, estuvo la barra con sus habituales banderas; en cambio en Córdoba, frente a Instituto, no aparecieron...
El domingo debe visitar a Nueva Chicago en Mataderos y, en un principio, los dirigentes del Torito informaron que habría tres mil entradas disponibles para los del Sur. Enseguida llegó un freno desde la seguridad y el Comité envió una carta a la AFA para que se juegue sin visitantes. Después de muchas idas y venidas y de varias reuniones entre dirigentes de ambos clubes y representantes del organismo de seguridad, el miércoles por la noche decidieron que sean dos mil los hinchas de Banfield que puedan estar el domingo desde las 15 en Mataderos. (fuente)