Están quienes dicen que Dios es argentino. Están quienes dicen que Dios no existe. Están quienes dicen que Dios está en todas partes. Nosotros podemos dar fe de dos de esas cosas: Que Dios es argentino y está en un lugar, Banfield.
Es que ese hombre, mágico e inmortal, ha sido entronizado por manos banfileñas de barrio y pasión, en una estatua a la talla de la grandeza de José Luis Sánchez.
La obra realizada por Jorge Gionco [ver nota] fue presentada anoche en su taller, el reconocidísimo “El Galpón” de Banfield, en el marco de una exposición de pinturas de Nicolás Dandrea [ver nota] organizador del evento y que, junto a la muestra permanente de Gionco, tenia como finalidad juntar donaciones de ropa, comida y libros parala Fundación“Sur Solidario” encabezada por Pasty Lauría.
Gionco presentó la muestra junto a Dandrea en el escenario, e invitó a todo su equipo con quienes llevó adelante la obra. “Ellos son los que pusieron todo para que esto se pueda hacer realidad: Soñar con hacer una estatua para Garrafa es fácil, hacerla es difícil”.
Además agregó que “Al principio la íbamos a hacer en bronce, pero salía 350 mil pesos, entonces decidimos hacerla en cemento, que es 10 veces mas difícil, pero también 10 veces mas barato”.También dedicó un renglón a las polémicas que se suscitaron en su momento “Acá mucha gente aportó mucho o trabajaron gratis para hacerla realidad, nadie se quedó con nada, por eso me dio mucha bronca las estupideces que se dijeron”.
Al evento, que culminó con música y lunch, asistieron unas 100 personas y nadie quiso perderse la oportunidad de sacarse fotos junto a la imponente estatua de dos metros de Garrafa, idéntica al maestro, que lo muestra con la remera de la banda, con las manos en la cintura, desfachatado, canchero, junto a una pelota de cuero como si se aprestara a colgarla en un ángulo tal como él sabía hacerlo. Junto al monumento a Dios, estaba presente la bandera de Mística Banfield (integrada por Gionco, Dandrea y Lauría) que podemos ver siempre en la cancha, con un Garrafa haciendo jueguito con la cabeza.
La estatua permanecerá en exposición al público en El Galpón hasta que encuentre su lugar definitivo seguramente en el Lencho Sola “ya se contactaron conmigo del club, la idea es hacer una gran procesión popular de aquí a la cancha”.
Garrafa nos dio su magia, y nosotros le damos nuestro amor. Amor que se traduce en pinturas, banderas, poesías, películas, canciones y, ahora también, estatuas. Pero por sobre todo, se traduce en recuerdo, nostalgia y agradecimiento a ese viajero del espacio eterno.
Porque tal como dice la letra de Charly Uranga [ver nota] “Dicen los que saben que aun la mueve allá en el cielo, y que una estrella fugaz es su amante de cuero”.
¿Alguien podría dudarlo?
Por Hernán Bañez