Campeonatos de fútbol eran los de antes, la bronca por cada partido podía durar semanas, meses o hasta incluso años. La bronca por el campeonato del 51’ todavía sigue y sus protagonistas no lo olvidan. El deseo era claro, Evita lo había dicho, Banfield tenía que ganar. Esa historia se puede ver en “Evita Capitana”, un documental de 2001 de 45 minutos en donde se reconstruye esa trama que esconde la final de Banfield y Racing de 1951, con un impresionante material de archivo que incluye fragmentos de los partidos del campeonato y incluso de la mismísima final.
El Taladro se enfrentó en aquel entonces a la Academia en medio de presiones políticas y mediáticas, cosa nunca antes vista, y que posteriormente se vería reflejado en el mundial del 78’.
Cruza de documental y ficción, la opera prima de Nicolás Malowicki, nació de un ciclo que microprogramas para TyC Sports que finalmente nunca salió al aire, y trataban sobre historias extrañas en el fútbol. Como parte de las investigaciones realizadas para los micros surgió la curiosa historia de la final del 51, y debido a sus relaciones estrechas con la política y porque Evita se había convertido en una simpatizante del Taladro, se sabía que daba para más.
Los últimos tres meses de 1951 se vieron marcados por tres hechos que mantenían al país entero en vilo, dos de ellos fundamentales en la historia argentina, en primer lugar la inminencia de las elecciones presidenciales donde Perón se jugaba la continuidad de su mandato. Esto fue acompañado seguidamente de la difusión de una de las peores noticias para la población, Evita había contraído cáncer. Era un secreto a voces que se hacía oficial y las pintadas no se hicieron esperar. Por último la final del campeonato de fútbol se iba acercando a su definición, cabeza a cabeza iba Racing que venía de ganar dos torneos al hilo y Banfield, un “equipo chico”, el primero que lograba llegar hasta esas instancias.
Lo que muestra Evita Capitana es la interrelación entre el primer y el tercer hecho. Sin relatos en off, quienes van contando cómo fue aquella “relación” a oscuras son los propios entrevistados, que se ven apoyados por el material de archivo con el que cuenta el documental y van reconstruyendo el detrás del último partido de un campeonato. Entre todos los entrevistados hay figuras destacables como Antonio Cafiero, un testigo presencial que por aquel entonces era miembro del gobierno peronista, la participación de varios periodistas como Rogelio Garcia Lupo y el banfileño historiador Victor Raffo entre otros, y los protagonistas de la final: Ezra Sued e Inocencio Rastelli de Racing, y Gustavo Albella (máximo goleador de la historia del club) y Héctor D’Angelo de Banfield.
El enfrentamiento era claro: por un lado Ramón Cereijo, ministro de Hacienda y fanático absoluto de Racing se reunía todos los lunes con los jugadores de su club en el propio ministerio, en donde les prometió un auto nuevo a cada uno si ganaban. Con lo que no contaba el ministro es que su inesperada rival sería Evita. Para la Primera Dama que un equipo chico ganase esa final y se coronase campeón por primera vez en la historia llevaba en sí mismo un mensaje claro: en la Nueva Argentina, podían ganar los pobres en un claro signo de igualdad.
Los fragmentos de ficción, que son filmados en blanco y negro, poseen una continuidad visual con el material de archivo. Con audio de radios y nota precisas Malowicki, puede transmitir con fidelidad el clima que se sentía en Argentina de Perón. El resultado del campeonato se mantiene en suspenso hasta que llega el gol decisivo. La ficción es protagonizada por un joven peronista que acaba de quedarse sin empleo y esta trama también se verá resuelta por la Abanderada de los Humildes, se verá el genuino deseo de darle dignidad al trabajador.
Evita Capitana tuvo algunas proyecciones en cines de Buenos Aires, y fue presentado en festivales en el exterior y en el de Mar del Plata. Hace pocas semanas se realizó una proyección privada para Comisión Directiva en la sala de reuniones de la sede con una charla debate posterior, a donde asistió Victor Vietri, productor del film, quien compartió varias anécdotas de la grabación y dio el visto bueno en nombre de la producción para que la Subcomisión de Cultura de Banfield suba el documental a internet, y pase a ser patrimonio, por fin, de todos los banfileños.
Por Karen Costas
Las imágenes ilustrativas son capturas del documental.