Quizás algunos no sepan bien que hace, cual es su campo artístico, pero no cabe duda que se ha ganado un lugar en los medios argentinos, por su alocada y llamativa manera de ser. Marta Minujin, es celebridad que hoy en día es referente del arte contemporáneo argentino, y una figurita agradable para la farandula. Dentro del mundo del arte, muchos la critican, ya que argumentan que tuvo que crear semejante personalidad, porque sus obras no son lo suficientemente buenas… ¿envidia? Repasando su historia, juntos sacaremos nuestras conclusiones.
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Dibujante, pintora, escultora. Nació en Buenos Aires, en 1941. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Fue una de las pioneras del arte pop en el país. Debutó en los años ’60 en la galería Lirolay, donde fue descubierta por los críticos Germaine Derbecq y Jorge Romero Brest, quien la convocó para integrar el Instituto Di Tella, lugar que nucleó los exponentes más importantes del arte contemporáneo. En 1961 estudia en París tras ganar una beca otorgada por la Embajada de Francia; allí toma contacto con artistas del Nouveau Realisme, informalistas y de otras orientaciones. En 1963 realizó su primer happening (Manifestación artística, frecuentemente multidisciplinaria, surgida en los 1950 caracterizada por la participación de los espectadores), “La destucción”, cuya concepción está vinculada a las teorías de la “muerte del arte” a las que la artista adscribe.
A partir de entonces y a lo largo de su carrera, Minujín se especializa en esta práctica del happening y en otras puestas similares que requieren una gran participación del público y que se basan en el acontecimiento de acciones simultáneas y en el desarrollo de situaciones “fuera de control”. Algunos de ellos han sido “Suceso Plástico” (1965) y “Revuélquese y Viva” (1964), con el que gana el Premio Nacional del Instituto Torcuato Di Tella. En 1965 realizó “La Menesunda”, su obra más polémica. Al año siguiente gana la Beca Guggenheim y se translada a New York, donde se vincula con la vanguardia norteamericana. En 1968, se presentó con la gigantesca ambientación “Simultaneidad en la simultaneidad”, inspirada en los medios de comunicación y en las teorías de Marshall McLuhan. Ha realizado una gran serie de happenings en Nueva York. Años más tarde inicia lo que denomina “arte agrícola de acción”, que consiste en obras de caracter ecológico en las que combina el arte con la naturaleza, como “Repollos” (1977) y “Toronjas” (1977). De regreso en Buenos Aires comienza sus monumentales obras consumibles como “El Obelisco de Pan Dulce” (1978), “La Torre de James Joyce en Pan” (1980). En 1983 realiza “Partenón de los Libros”. En 1997 comienza M.I.C.2, Mujer-Intelecto-Consumismo 2000, una figura femenina de monumentales dimensiones que representa a la mujer del próximo milenio y que será emplazada en nuestra ciudad.
A fines de 2011 el Malba cerró el año con una retrospectiva de la artista argentina con más de 100 obras que hacen foco en su producción histórica de las décadas del 60, 70 y 80. La destacada muestra estuvo curada por Victoria Noorthoorn, la exposición invitaba al público a adentrarse en las obras y las acciones más y menos conocidas de la artista, realizadas tanto en Buenos Aires como en París y Nueva York, entre otras ciudades.
Mujer divertida, “eléctrica” y de mucha habilidad para crear un personaje que se ganó un lugar de privilegio en el mundo del arte argentino. Virtuosa y astuta, siempre supo pararse en el lugar más conveniente. Marta Minujin, marca registrada.
Por Martín Liberatore
Sitio oficial de Marta Minujin www.martaminujin.com