Nacional y popular

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El hombre que nunca se fue del barrio

Profesional de la salud y reconocido dirigente político. Quizá estás sean dos características que describen a Oscar Alende, pero su vida fue mucho más que eso. La búsqueda del fin de las asimetrías en el pueblo fue uno de los objetivos que persiguió hasta su muerte, hace ya casi 14 años en el barrio que lo vio crecer, Banfield.

“Es inadmisible la diferencia entre un país económico y un país político. Un país económico donde todas las cargas y gabelas caen sobre el pueblo sufrido y laborioso, y las ventajas y el lucro para una clase minoritaria de sobrevivientes”. Esta frase pronunciada por el propio Alende describen su lucha. La lucha de un radical que debería ser tomado como ejemplo por los dirigentes que en la actualidad militan en el partido centenario.

Alende nace en Maipú, provincia de Buenos Aires, el 6 de julio de 1909 y desde adolescente comenzó a forjar su perfil social y de alguna manera revolucionario. El primer trabajo de este gran hombre fue a los 17 años y vale destacar el tipo de trabajo realizado, que da cuenta de un interés inclaudicable por mostrar la realidad y modificarla, como y hasta donde se pueda. Comenzó realizando tareas periodísticas en la Dirección General de Escuelas de la Provincia. La educación es fundamental para modificar el futuro y esto o tenía muy claro Alende, no es casualidad el vuelco que tuvo por esta época.

Yalende3 apegándose firme a esta premisa, prosiguió con sus estudios. Estudió medicina en la Universidad Nacional de La Plata, institución en la cual adhirió al movimiento de la Reforma Universitaria. Ya conociendo sus inicios, no es de extrañar que en poco tiempo lograra la presidencia del Centro de Estudiantes de Medicina y vicepresidente de la Federación Universitaria de La Plata. En 1933 terminó su carrera y siendo ya un estudiante politizado, se volcó a la militancia en pos de poder cambiar algo.

Un año más tarde, se instaló en Banfield. Desde el barrio hizo política y la ejerció, según cuentan los historiadores y aquellos que tuvieron la fortuna de conocerlo, de la forma más humilde posible. Quizá las dos características que lo describen, a esta altura del relato, sean la humildad y el compromiso. Eso sí, algún que otro término se agregará a su extensa lista.

Su trayectoria política cuenta que supo ser diputado provincial por la Unión Cívica Radical en 1948 y 1952, desde ese año se convirtió en diputado nacional e hizo uso de su banca hasta 1955. En 1957 fue miembro de la Junta Consultiva Nacional de la Revolución Libertadora.

Su compromiso con el barrio y la Provincia lo impulsaron a ser electo como gobernador bonaerense en 1958, cargo que ejerció hasta 1962. En este punto, vale recordar, los esfuerzos que Alende hizo para mejorar la política sanitaria y social.

Este doctor formó filas en la Unión Cívica Radical Intransigente, el partido de Arturo Frondizi, del cual se convirtió en conductor en 1963. Es más, fue candidato  la presidencia por ese espacio ese mismo año, pero no logró llegar al Sillón de Rivadavia porque perdió los comicios frente a Arturo Illia, de la UCRP.

Los ideales eran los mismos, pero en 1972 el gobierno militar le prohibió al espacio el uso de la denominación “UCRI”, motivo por el que se fundó el Partido Intransigente. Un año más tarde, las elecciones volvieron a signar su vida política ya que fue candidato por la Alianza Popular Revolucionaria y obtuvo el 7,4 por ciento de los sufragios. Claramente, perdió; pero lo hizo con más del siete por ciento de los votos a favor cuando hoy se forman frentes y alianzas a troche y moche, que solamente logran un cinco por ciento, en el mejor de los casos.

alende2Con el fin de la dictadura más sangrienta que vivió la Argentina, fue presidente del PI y candidato presidencial en 1983. El ganador fue Raúl Alfonsín, quien hoy es llamado el Padre de la Democracia, y Alende se dedicó a seguir haciendo política, pero desde el Congreso Nacional, dejando sus intenciones de ser protagonista. Fue legislador durante los períodos 1985-1989, 1989-1993 y 1993-1997. Murió durante su último mandato.

Quizá hoy sea muy difícil entender la renuncia al protagonismo, pero lo cierto es que los valores y las intenciones de cambiar las cosas van más allá de un cargo y Alende lo entendió. Frente a un hombre superior, si se quiere, como es el caso de Alfonsín, optó por un trabajo más laborioso desde el mismo Parlamento.

Más allá de esto, una parte más que trascendente de la vida de este hombre de barrio sea la forma de contar las cosas, de expresar su visión y la intención de dar a conocer cuestiones que el normal de la gente no comprende. Fiel a sus comienzos como periodista, fue autor de muchas obras recomendables para entender el pasado, y poder pensar en el futuro, con cambios o no. Algunos de sus libros son “Entretelones de la Trampa”, “Punto de Partida” y “Marcha al sur”. También se editó en 2006 el libro “Oscar Alende”, que cuenta con el prólogo de su hijo Jorge Oscar.

A ver… No se trata de un hombre que volvió al barrio. Se trata de un señor que nunca se fue de su Banfield querido, que siempre optó por vivir en sus calles adoquinadas, con casas bajas y mucho fútbol. Y el reconocimiento fue del mismo barrio. Es que hoy hay una esquina que lleva su nombre “Esquina Doctor Oscar Alende”. ¿Cuál es? La que está ubicada en la intersección de Maipú y Belgrano. Y cuando digo que el reconocimiento viene del mismo barrio es porque la iniciativa elevada al Concejo Deliberante fue del Círculo de Socios Vitalicios del Club. También hay el hospital de Ingeniero Budge lleva su nombre.

Ya se habló en esta suerte de relato de su vida de su compromiso con la gente, la humildad a la hora de dar un paso al costado para seguir trabajando por su país, el firme interés de mostrar cómo son las cosas y su sesgo luchador. Para cerrar, entiendo que el término “barrio” no puede quedar afuera de este rejunte de palabras que pretenden describir a Oscar Alende. “El hombre que nunca se fue del barrio”, pareciera ser la frase que le queda pintada.

Por Daniela Aceto
Periodista de Inforegión y colaboradora de Tierra de Todos