Los abrazos rotos, última película de Almodóvar (y la más cara que ha realizado el director manchego) contiene los siguientes ingredientes, entre otros: un pobre viejo que muere a causa de un cáncer, celos, alusión a la prostitución, un hombre ciego, un muchacho homosexual, una historia de amor, un par de tetas (las de Penélope Cruz, claro), algunas palabritas mágicas (follar, mamada, polla), la referencia al cine (Fellini, Lang) y a algunas musas almodovarianas (Rossy de Palma, Ángela Molina) Ingredientes, todos estos, distribuidos en la película en pequeñas dosis, casi por instinto, por Almodóvar. El tema es que el tratamiento de ellos es tan superficial, tan estéticamente frío, que en los casos que deberían conmover, no conmueven; cuando deberían hacer pensar al espectador, no lo hacen, y cuando deberían desestructurarnos como integrantes de una sociedad hipócrita, tampoco lo logran.
Almodóvar ya no es lo que era, lo sabemos, y esto sucede desde hace rato.
Además de ser la última y más cara película del director español, es también su película más larga (126 minutos). Más de dos horas en las que casi no sucede nada, y donde los rasgos más atractivos de los personajes, o de la historia misma, son dejados de lado para contar un thriller dramático (¿?) bastante hollywoodense, si se me permite.
Es indudable que Los abrazos rotos tiene una buena fotografía, pero es buena sólo desde lo académico, desde lo técnico o lo puramente visual, es buena si uno desea ver en la pantalla una linda foto postal. Pero dicha fotografía no está pensada en función de la historia, (Almodóvar sabe esto, y por eso el color rojo intenso aparece insistentemente en la vestimenta de Penélope Cruz y en muchos de los objetos de la película, para que la crítica se devane los sesos pensando qué significan. Nada.), sino que está pensada en función de un film “estéticamente correcto”, aceptado sin ninguna objeción por la maquinaria de Hollywood. Sabemos que esta película ha sido recibida con agrado por la crítica farandulera norteamericana y que muchos ya la piensan como posible candidata al Oscar.
Almodóvar ya no es el director de La ley del deseo o de Matador, ni siquiera el de ¡Átame!, eso está claro. Es perfectamente aceptable que los seres humanos andemos un camino, que no nos quedemos quietos en un mismo lugar durante toda nuestra vida, claro. El tema es que el camino que tomaba Almodóvar hace ya mucho tiempo parecía llevarlo a un lugar distinto del que hoy se encuentra. Ese camino que tiene como meta un cine fácilmente digerible, un cine que no nos sobresalta, que no nos cuestiona, no nos (con)mueve, un cine muy bien filmado pero nada profundo, Hollywood en definitiva, es aceptable como cualquier otro camino, pero a nosotros no nos gusta y nos defrauda un poco.
Sin embrago, todavía hay algo más que podemos mencionar sobre Los abrazos rotos: el tema de la duplicidad cruza a toda la película y también a los principales personajes. La mayoría de ellos tiene una doble vida, o desearían tener otra, o la tuvieron y hoy la ocultan. Los abrazos rotos, en tanto texto cinematográfico, también se duplica de alguna manera pues Almodóvar incluye en ella, otra película, Chicas y Maletas (que remite directamente a Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios). Su director, el personaje que ha quedado ciego, Mateo Blanco, se duplica a su vez en Harry Cane. Y aquí aparece un rasgo interesante de Los abrazos rotos (porque alguno tiene que tener, ¿no?) relacionado con el tema de la duplicidad: Mateo Blanco (Harry Cane, Pedro Almodóvar), retoma el montaje de una película suya de catorce años atrás, Chicas y maletas (Mujeres al borde de un ataque de nervios), para realizar su definitivo montaje (“Las películas hay que terminarlas, aunque sea a ciegas” dice Mateo, y con estas palabras finaliza la película). Deseo de volver a las fuentes, pero de saberse el personaje de una película vacía, floja, inconsistente. Lo fundamental: Mateo está ciego… ¿y Pedro?.
Ficha técnica:
Título original: Los abrazos rotos
Dirección: Pedro Almodóvar
País: España
Año: 2009
Duración: 126 min.
Género: Drama, Thriller
Reparto: Penélope Cruz, Rubén Ochandiano, Blanca Portillo, Lola Dueñas, Alejo Sauras, Rossy de Palma,
Productora: Universal International Pictures (UI), El Deseo S.A.