Banfield está atravesando una profunda crisis institucional. De mas está decir que la situación heredada por esta comisión directiva fue lamentable. Pero también es real el disconformismo entre los socios por la aprobación sin objeciones de la memoria, balance y fideicomiso de la comisión saliente. Hecho que contrasta con el discurso de “pesada herencia”.
Si hubo dolo, por qué se aprobó en silencio la última asamblea. Si no lo hubo, entonces, ¿A quien atribuímos la crisis actual?
La realidad marca que el colegio del club está en una situación muy comprometida, algunos padres -y no pocos- ya sacaron a sus hijos de la institución. Es lógico, pagan una cuota y no tienen clases normales desde hace semanas.
Esto sumado a los paros de distintas actividades a lo largo de este mes, incluído fútbol profesional.
Con los derechos de TV de este año ya cobrados Banfield solo depende de una venta. Y el contexto actual de un dólar bajo complica aún mas las cosas, no rinde lo mismo 1 millón de dólares hace 5 años que ahora. Situación extremo compleja está atravesando la institución. Esperemos esta comisión sepa encontrar un norte, tanto institucional como deportivo. Banfield se juega mas que un campeonato deportivo.