miércoles, 15 de diciembre de 2010 - 18:24

Un semestre para el olvido, a un año de la gloria

Por Julio Jardel. El 15° puesto del Apertura 2010, producto de haber obtenido tan solo 20 puntos en el certamen (solo 4 victorias, 8 empates y 7 caídas), representó para Banfield un gran paso atrás, después de haber transitado un año histórico en el cual logró su tan ansiado primer título y el haber sido el mejor equipo de la temporada.

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No solo no pudo lograr protagonismo en el torneo local, sino que tampoco logró alcanzar ninguno de los objetivos que se propuso para el semestre. En la Copa Sudamericana solo superó la primer fase (con un sufrimiento innecesario ante un Vélez con varios expulsados), cayendo ante el Tolima en Colombia en los octavos de final de forma categórica, sin haber sabido manejar una buena diferencia de dos goles conseguida en el partido de ida.

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\nLa última ilusión tras esa frutrante eliminación del torneo continental (con una llave por demás favorable, por la cual finalmente llegaría a consagrarse Independiente) era aferrarse a que la sumatoria de puntos en el Apertura le posibilitara acceder a la Libertadores 2011. Tampoco se pudo, se estuvo muy lejos de clasificar (obtuvo solo 2 de los últimos 21 puntos en disputa).

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\n¿Cuáles fueron las razones de este semestre con tantas decepciones? En los anteriores editoriales que fuimos publicando en estos meses están las respuestas (El último que apague la luz; Mantiene el invicto, sigue en deuda en el juego; Razones de una frustración dolorosa y previsible): claramente el no haber mantenido la base del Campeón repercutió directamente en el rendimiento colectivo.\n\nSin Santiago Silva, Cristian Lucchetti, Jonathan Maidana (que había reemplazado al retirado Gallego Méndez), Roberto Battión, James Rodríguez y Papelito Fernández el Taladro perdió jerarquía individual y quienes los reemplazaron no pudieron disimular las ausencias, en la mayoría de los casos.

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\nDel campeón solo quedaron cinco sobrevivientes: Julio Barraza – con escasos minutos en cancha por sus lesiones-, Víctor López, Marcelo Bustamante, Marcelo Quinteros y Walter Ervitti. En ellos fue notorio un bajón en sus producciones, incluso en el talentoso N° 10, que igualmente fue el más destacado del campeonato.

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\nA ellos se les acoplaron las incorporaciones que arribaron para esta etapa, que nunca lograron aportar soluciones a los problemas que se ocasionaron ante tantas y resonantes ausencias. Analicémoslo en detalle.

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\nEn el mediocampo Banfield extrañó horrores a Battión y James. Sus reemplazantes, Rosada y Carrusca, tuvieron partidos en los cuales demostraron su capacidad, pero padecieron diversos problemas físicos a lo largo del torneo. Romero alternó buenas y malas, pero en pocas ocasiones sobresalió. Ervitti nunca tuvo el socio que necesitó.

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\nDe tres cuartos de cancha en adelante fue en semestre negro. Con un equipo con escasa tenencia de la pelota, donde costaba encontrar momentos de buena circulación del balón, y pobrísimo juego colectivo, los delanteros aportaron muy poco por su cuenta. Ramírez no gravitó, el Ruso García – que había arrancado muy bien – fue perdiendo lugar, Zelaya cuando comenzó a rendir se rompió los ligamentos, Barrales no pudo convertir cuando le tocó entrar, y Méndez (que alternando convirtió cuatro goles) nunca tuvo el respaldo total del cuerpo técnico.

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\nEn cuanto a la zona defensiva, sufrió y mucho. La imagen del equipo compacto, bien parado y sólido del campeón, se desvaneció en este Apertura. Bologna fue el punto más alto a pesar de su irregularidad: comenzó mejor de lo que terminó el torneo; aportó seguridad aérea (el gran déficit del Laucha), buenos reflejos y personalidad.

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\nPor las bandas hubo deficiencias importantes: ante la lesión de Barraza, Ladino tuvo mucha continuidad y no rindió correctamente. La grata aparición de Toledo encontró un escollo en el cuerpo técnico, que terminó respaldando al ex Vélez y Gimnasia de Jujuy. Por la izquierda, Bustamante no logró asemejarse jamás al férreo y regular lateral del campeón. La dupla central no tuvo a Víctor López en su mejor versión, mientras que Dos Santos no salió de la irregularidad general y no logró destacarse.

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\nMás allá de las individualidades, el equipo nunca encontró el rumbo, ni quedó claro a qué jugaba. Perdió los atributos que lo llevaron bien arriba en la consideración general (solidez, orden, buen juego, contundencia) y no logró alcanzar ninguno de los objetivos que se planteó.

\nEn un club que en el ciclo Portell se vendieron, entre otros, a Palacio, Bilos, Paletta, Dátolo, Civelli, Cvitanich, Bertolo, Armenteros, Barbosa, el Chaco Maidana …¿no había recursos para sostener la columna vertebral del equipo CAMPEON?\n\n¿No hubiera sido fundamental vender a un buen valor a un solo jugador del campeón y poder sostener la base? ¿Por qué Vélez o Estudiantes pueden sostener proyectos a largo plazo, vendiendo poco y bien, y Banfield no puede lograrlo?\n\n\nPara el final de este análisis, no puedo dejar de mencionar el triste cruce mediático que se vivió entre el presidente del club, Carlos Portell, y el técnico campeón, Julio Falcioni. De más está decir que el idilio del hincha de Banfield hacia el cuerpo técnico que hace un año lo llevó a la gloria está intacto (muy diferente a la percepción del presidente). El agradecimiento será eterno, como para cada uno de los protagonistas del histórico título.\nQue Boca no tuvo la más mínima ética al buscar un técnico con contrato vigente, no caben dudas. En tiempos en donde los técnicos se quejan –con razón – porque los clubes no les permiten cumplir sus contratos por las decisiones intempestivas de los dirigentes, hubiera sido loable que Falcioni dijera que iba a cumplir el contrato vigente, aunque es atendible que una oportunidad así era difícil de rechazar. \n\n\nY el hecho que la dirigencia luego del título atendiera poco y nada los pedidos del cuerpo técnico (en cuanto a la salida de tantos jugadores y el pedido de refuerzos que nunca llegaron) seguramente incidió para que Falcioni actuara en esta dirección.\nPor estas horas habrá que barajar y dar de nuevo. Hace un año Banfield vivía su hora de gloria: no solo ya no están muchos de los “héroes” que batallaron dentro del campo de juego, sino que tampoco estará el Emperador (arreglando por estas horas su llegada al xeneixe).\nNo será sencillo reemplazar al DT campeón. Eternamente GRACIAS y HASTA PRONTO.\n\nfutbolenverdeyblanco@yahoo.com.ar