martes, 21 de noviembre de 2006 - 20:46

CERVEZA HELADA PARA SEDIENTOS DE FUTBOL...

Luego de otro bochorno del que nos tiene acostumbrado el fútbol Argentino, el Taladro salió a la cancha, ganó el clásico ante los pura espuma y llegó a los 17 puntos.\nEl primer tiempo parecía que Banfield no quería jugar el partido pero en el segundo tiempo metió en un arco a un Quilmes casi condenado y se llevó los 3 puntos.\nRaro es ver la tribuna vacía, raro es ver a jugadores que no quieren salir a la cancha y los obligan a salir por miedo a perder los puntos, raro es ver como en casi todos los clubes del fútbol Argentino los presidentes son insultados en las canchas, todo es muy raro, mientras tanto los que queremos sin intereses al club seguimos mirándolo de afuera sin saber cual va a ser el rumbo.\n\nTriunfo importantísimo el de ayer, aunque con mucha bronca por tener que gritarlo al lado de la radio en vez de quedarse disfónico en una tribuna.\nBanfield volvió a ganar después de 36 años en primera en cancha de Quilmes (desde 1970 no lo hacía), dejó al Cervecero en zona de promoción y a sólo 30 milésimas por encima de la zona de descenso directo.\n\nDarío Cvitanich marcó los dos goles de Banfield, a los 43 minutos del primer tiempo y a los 41 del segundo, mientras que Diego Torres anotó el empate transitorio para el local a los 5m. del período final.\nEl árbitro Horacio Elizondo expulsó a los 32 minutos del primer tiempo al defensor de Quilmes Álvaro Pereira, por doble amonestación.\nEl primer tiempo fue para el local que apretó al Taladro y transformó a Lucchetti en figura.\nY en la única llegada de Banfield se puso en ventaja.\nLa lesión de Matute fue la noticia negativa de la tarde, pero tras esa lesión, su reemplazante (acompañó en el ataque a Héctor Silva y Cristian Maidana pasó a ser el único enganche), terminó abriendo el marcador tres minutos después de haber ingresado.\nEl volante izquierdo Martín Andrizzi envió un centro desde la izquierda, mientras que Silva se agachó para que pasara la pelota y permitir así que Cvitanich se anticipe en el segundo palo al defensor local Julio Moreyra.\nCvitanich convirtió con un remate de derecha desde el centro del área, al medio del arco, ante la salida de Damián Grosso.\nQuilmes arribó al empate apenas iniciado el segundo tiempo (5 minutos), gracias a una mano infantil pero intencional de Andrizzi.\nTorres, con un derechazo elevado, que entró a la derecha de Cristian Lucchetti, anotó desde los doce pasos.\nLuego del empate Banfield demostró mucha superioridad sobre su rival, y el arquero Grosso tuvo que convertirse en el hombre elástico para poder mantener el empate.\nLo tuvo Pochola en dos oportunidades, Darío en otras dos, y los minutos pasaban y el gol no llegaba.\nY faltando 4 minutos para el final del partido llegó por intermedio de un centro de Silva desde la derecha, que Andrizzi empalmó de cabeza hacia el arco, Grosso alcanzó a manotear y el balón le quedó servido a Cvitanich, quien anotó libre de marcas.\n\nNo dejó mucho mas que los 3 puntos este partido.\nEl equipo local es de lo mas flojo del torneo y para colmo tenía varias bajas importantes pero le complicó el partido al Taladro.\nSi vemos solamente los números en frío, festejamos el triunfo pero si pensamos en lo futbolístico deseamos que el torneo termine cuanto antes.\nLos hinchas "cerveceros", muy preocupados por el duro presente futbolístico, insultaron al presidente del club, José Luis Meiszner.\nY es un fiel reflejo de lo que pasa en muchos clubes y en el fútbol Argentino.\nTodos hablan de la violencia de los barrabravas pero nadie de la violencia de los señores de guantes blanco que abundan en nuestro fútbol.\nEstos señores obviamente están apañados por el líder de nuestro fútbol, que en los últimos 20 años de mandato ha hecho desastres y que sigue sin reaccionar (Me parece conocida esta actitud).\nSe necesitan cambios de raíz, basta de maquillajes que solo sirven para perjudicar a los más débiles y apañar a los más violentos.\nSabemos que el fútbol no puede ser una isla en una sociedad enferma, pero si un enfermo no admite su enfermedad jamás se va a curar.\nPor casa estamos empezando a darnos cuenta de los errores (gracias a la histórica asamblea de socios) pero no estamos haciendo mucho para curarnos.