Durante el receso futbolístico, corrieron aires enrarecidos por Banfield. La polémica y desacertada decisión dirigencial de desarmar el equipo, mediante ventas -algunas precoces- con cifras irrisorias, sumado a la inentendible postura de dejar libres a valuartes históricos, habían generado un malestar entre la gente, que con una dolorosa impotencia, veía como se desmantelaba el gran equipo, el cual de haberse mantenido, hubiera sido uno de los grandes aspirantes al título.

Al doble pecado efectuado de dejar libre al máximo ídolo del club "garrafa" Sánchez ( doble por el modo y la forma), se le sumó la venta del jugador de mayor nivel de la temporada, un referente prácticamente irreemplazable como San Martín, mas la venta-regalo anticipada de Bilos, sumado a la despedida de dos históricos referentes como el Cebolla Giménez y el Moncho Fernández, mas Cervera, Bujan, Leyenda, Barbosa, Azconzabal, Tavio, Cevallos, Piriz Alvez....y finalmente, la novela trágica de la venta de Emiliano Armenteros. Y aquí me detengo a analizar dicha operación. No soy un experto en el tema pases ni me considero un gran entendido respecto de las cifras de los mismos, pero tanto como vos, poseo un nivel medio de razonabilidad que me permite mirar, leer, pensar y comparar. Y entonces leo que Boca compra en U$S 1.600.000 + el 25% del pase de Ortiz + el préstamo de Álvarez por un marcador de punta de 27 años, que jamás integró ninguna selección nacional y que la mitad de su carrera fu suplente, y lo comparo con los U$S 800.000 en los que Banfield vendió a un pibe de 19 años, flamante campeón mundial juvenil, un crack sin techo, con toda su auspiciante carrera por delante, volante izquierdo o enganche ( una posición mucho mas cotizada que el lateral referido), y entonces es ahí cuando las heridas se abren mas y mas. Y el dolor aumenta cuando veo en el diario Olé del domingo donde aparecen las incorporaciones de Boca y advierto que la compra mas barata de los xeneixes fue el pase de Daniel Bilos a Banfield por la irrisoria suma de U$S 200.000. Y precisamente el flaco fue votado por los periodistas de ese diario, vaticinando que será la figura del torneo que se inicia. Ya lo dije en su momento: el tema Bilos fue una tremenda negligencia dirigencial. No supieron ver el enorme potencial físico y técnico del joven de Pergamino. Subestimaron sus condiciones? Hubo soberbia? Faltó visión futbolística? Es preferible creer que se trató de una impericia antes que pensar en otras cosas. Sea como fuere, el resultado es que Banfield se desprendió del jugador del momento por una cifra que más que venta se parece a un regalo. ¿O no?

Pero pese a tanta pálida y a tantos errores dirigenciales, Don Gato y su Pandilla tiene el voto de confianza dela Gloriosa Gente, para poder mantener al Taladro en el lote de los que pelean arriba. Y la visita de Banfield al Cilindro de Avellaneda fue una muestra de ello. Porque el equipo del "gato" Leeb rescató un punto en una cancha históricamente dificilísima, pudiendo además, haber conseguido la victoria. Porque en la etapa inicial, el que tuvo las chances mas claras fue el Taladro: enganche de Sand y derechazo del correntino tapado por Campagnuolo; deliciosa asistencia de Dátolo para Andrizzi, que entrando solo la tiró por arriba. Y en el arranque del complemento, cuando los de Leeb quedaron con uno mas (Vitali lo bajó a Lujambio, estando como último hombre, cuando el uruguayo se iba al gol), faltó decisión o punch para ir a buscar la victoria. Porque en el complemento, las oportunidades estuvieron más repartidas (Luego Banfield también quedó con 10 por la expulsión de Galarza). El Taladro tuvo sus chances: cabezazo de Civelli que pasó cerca; gran asistencia de Sand para Lujambio y el zurdazo del 31 fue tapado por el arquero; y una asistencia del zurdo Dátolo desde la derecha, que Andrizzi no logró cabecear de lleno y permitió la atajada de Campagnuolo, que la sacó al corner. Por su parte, los locales también tuvieron sus ocasiones: Lucchetti se lució ante sendos remates de Villarreal, Capria y Torres a tal punto de transformarse en la figura del partido. Sin embargo la notable actuación del "laucha" pudo verse empañada cuando en una acción salió con demasiado ímpetu sobre el costado del área y se llevó puesto a Miranda, sin que el árbitro Favale advirtiera la falta.

¿Los nuevos? Pagés estuvo sobrio en la marca. De arriba ganó una en el área rival y perdió en la propia ante Miranda (la pelota salió junto al palo). En ataque aportó poco y se extrañaron las proyecciones del "cebolla". Lux no mostró mucho; sin embargo, cuando salió por lesión, el equipo sintió su ausencia en la zona central. Y arriba se vio lo mejor. Considero que la dupla Sand-Lujambio es superior a la dupla que jugó la mayor parte del torneo pasado (Ceballos - Piriz Alvez), por experiencia, velocidad, olfato de gol y calidad.

Fue empate y punto que sirve de partida para un nuevo ciclo que cuenta con un enorme crédito de los hinchas. Material para pelear arriba hay. Tenemos un arquerazo; la defensa comandada por el gran capitán luce segura. Encima afuera está esperando por lesión el juvenil Paletta; en el medio va a costar mucho reemplazar a San Martín y Bilos ( su presencia aérea es insalvable), pero en el plantel hay jugadores como para conformar un medio equilibrado. Además están el juvenil Dátolo ( por favor, que no lo vendan...que no lo regalen) que es una de las joyitas que nos queda, sumado a Federico Barrionuevo, en el cual tengo todas las esperanzas de que éste sea el año definitivo de su despegue; tiene unas condiciones enormes y habría que hacerle un lugarcito entre los 11 ¿no?. Y arriba entre el histórico Josemir, el correntino Sand y el juvenil Cvitanich, hay material interesante para romper redes rivales. Y como corolario, tenemos un técnico de la casa, trabajador, que viene de lograr el torneo de la reserva, y con la idea de mantener la estructura ya formada, sumándole aportes personales a éste equipo que va por la difícil misión de mantenerse entre los que pelean por cosas importantes. Por ello, pese a todo, las ilusiones están intactas.