El Archu no hizo magia, acomodó un poco las
fichas. Previo al partido ante Boca, estuvo más de dos horas practicando sólo
pelota parada, y por esa vía lo terminó ganando. Sin sobrarle nada pero con la
actitud necesaria para ganar un partido chivo. En Córdoba lo mismo, sufrió pero
tuvo la actitud que se necesita para aguantar el resultado luego del penal
convertido por Aleman. Banfield juega distinto, presiona mejor, le saca provecho
a las pelotas paradas, y tiene a jugadores en un gran nivel como Cambeses,
Coronel, Quiros, Cabrera y Bizans. Maciel también está en levantada y Souto
cumple. Remedi está volviendo a ser el de antes y hasta Aleman, que era foco de
cuestionamientos, hace 2 partidos que es lo que mostró en Gimnasia el semestre
pasado. Gimenez es quien debe destaparse, corre y mete, pero le falta juego y
sobre todo gol. Lo positivo es que el equipo se está sintiendo cómodo, presiona
más arriba, físicamente supera a sus rivales y aunque no tiene juego, es un
rival incómodo para cualquiera. El próximo partido ante Platense será una
final, ellos proponen un fútbol similar al del Taladro, friccionado, físico y de
pelota parada. Será un encuentro clave para saber dónde está parado Banfield y
si los dos triunfos seguidos fueron casualidad o causalidad del trabajo que
viene haciendo el Archu en la semana.