martes, 01 de noviembre de 2022 - 15:33

El análisis tras la irregular campaña del Taladro

No fue un buen 2022 para un Banfield, que así todo, estuvo cerca de jugar la final de la Copa Argentina. Fue un año para el olvido desde lo deportivo. Pasaron 3 entrenadores, se fueron los referentes y no se cumplieron los objetivos futbolísticos ni institucionales.

A veces la historia cambia si el balón pega en el palo y entre o si sale. En este caso, nada tuvo que ver con la fortuna el mal 2022 de Banfield. La política deportiva no viene siendo la correcta desde hace años. De hecho desde que Eduardo Spinosa asumió no se respetaron los contratos de los entrenadores, ni tampoco la ideología de juego. Se pasó de Almeyda, un fútbol hiper ofensivo, a Vivas, un fútbol práctico pero menos vistoso. Luego vino Falcioni, el gran Emperador e ídolo del club, con una metodología de juego aún más austera que la de Vivas, pero mucho más efectiva. Los resultados no acompañaron a Falcioni y la directiva volvió a dar un giro de 360 grados trayendo a Hernán Crespo, un DT inexperto, pero de la escuela de Almeyda con un fútbol vertical y muy ofensivo. Poco duró Crespo en el cargo, y nuevamente volvió Falcioni, siendo el Archu Sanguinetti quien terminó quedándose con el cargo. Allí comenzó a enderezarse el camino. El equipo jugó la final de la Liga ante Boca, y por momentos generó buen juego. Pero al año siguiente el Archu renunció y fue Dabove el elegido, un entrenador con otro perfil, casi opuesto. El ex arquero tampoco anduvo bien y llegó Vivas, por su segundo mandato en el club. El primero no había sido bueno y el segundo tampoco. Los proyectos volvían a interrumpirse y sin lógica en los armados de las plantillas. Se pensaban los refuerzos para un DT ofensivo, y terminaba viniendo uno defensivo. Nunca hubo una continuidad independientemente de los nombres de sus entrenadores. Luego de Vivas llegó el Archu nuevamente, con un respaldo total del hincha de Banfield y el deseo de tener un buen 2023. Conoce a los jugadores, también a los juveniles y es la oportunidad de darle la continuidad merecida en el cargo.