Fue
buen la sensación que dejó el equipo tras el empate con sabor a poco ante
Racing en Avellaneda. Banfield fue más que su rival y mereció ganar, pero
volvió a fallar en la definición y debió conformarse con repartir unidades ante
La Academia. El Taladro se reencontró con aspectos del juego que parecían
olvidados. La entrega y sacrificio, la presión en campo rival. La firmeza en la
marca y concentración. El equipo jugó con los dientes apretados, pero también
tuvo volumen de juego con un Dátolo que supo manejar los hilos de tres cuartos
de cancha hacia adelante. Sólo faltó la puntada final. Lo complejo será mantener
ese nivel, éste Banfield no logra
sostener buenos rendimientos de un partido a otro. Ese será el gran desafío
pensando en Rosario Central, un equipo que da ventajas en el fondo pero que
tiene poderío ofensivo. Los del Killy González anotaron 14 tantos, pero le
convirtieron 13 goles. Habrá que estudiar al rival, pero sobre todo mirar
puertas adentro para seguir corriendo errores y mejorando en los entrenamientos
semanales. En cuanto al equipo aún el Archu sigue probando en Luis Guillón. Se
espera que no haya modificaciones en el 11 titular que igualó ante Racing de
visitante.
Fernando
Rapallini será el árbitro el próximo miércoles ante Rosario Central en el
Lencho.