La
idea del cuerpo técnico es mantener la base del equipo que hizo una gran Copa
Maradona jugando la final con Boca. Sin Corcho Rodríguez, quien emigró a
Estudiantes de La Plata y con la posible salida de Luciano Lollo, el Archu
Sanguinetti quiere cerrar la puerta y que no se vaya ninguno más. Tendrá que
venir un volante central y un defensor con experiencia. Lollo aún tiene
contrato y por él Banfield pagó 300 mil dólares. Mínimo deberán duplicar esa
suma para que el jugador se vaya al club de Avellaneda y sea dirigido por Julio
César Falcioni. Lo positivo es que Jesús Dátolo ya renovó su vínculo y seguirá
en Banfield, al menos, un año más. Lo mismo sucedería con Agustín Fontana,
goleador del equipo. Tiene un contrato bajo y en junio se le vence, podría quedar
libre. La voluntad del delantero es firmar, bajo la condición de empezar a
ganar acorde a sus rendimientos y goles.
De
refuerzos aún no se habló, pero llegará un volante central de quite y juego,
como Corcho Rodríguez. Será difícil suplantarlo, tuvo un nivel alto en el
torneo pasado pero hacía allí apuntan los cañones de los dirigentes para volver
a tener un equipo competitivo. Con la salida de Corcho, no debería irse nadie
más. Con ese dinero Banfield debería mantener su plantilla y seguir potenciando
a juveniles como Emanuel Coronel, Alexis Maldonado, Giuliano Galoppo y Martín
Payero, las joyas de la institución. Repitiendo un torneo como el anterior,
Banfield sacará mucho rédito económico de sus juveniles estrellas.