El
fútbol es impredecible, dentro de un mismo partido, distintos pueden ser los
matices y situaciones. Banfield estuvo a punto de pasar a ganar y controlar el
juego, para sufrir un gol y que todo se haga cuesta arriba. Las lesiones de
Cuero y Arboleda fueron un condimento más a una noche que arrancó torcida con
el penal fallido de Lollo cuando promediaba el primer tiempo. Los primeros 45
minutos fueron parejos, ninguno llegó a dominar, a pesar de que las más claras
las había tenido el Taladro. Así todo, Gallardo planteó un gran partido,
sosteniendo bien a los extremos de Banfield, presionando en el medio campo y haciéndose
dueño del balón. En el segundo tiempo todo cambió con el gol de Nacho Fernández
a la salida de un balón detenido. Con el 1 a 0 Banfield se desesperó, no pudo
agarrar la pelota y nuevamente de un balón detenido, el Millonario aumentó tras
un gran cabezazo de Rojas. Si con la mínima ventaja River había crecido en el
partido, con el 2 a 0 se hizo amo y señor del mismo. Los ingresos de Enzo Pérez
y Santos Borré, terminaron de consolidar a los de Gallardo que mucho antes de
concluir el juego, ya saboreaban la victoria. Salvo un cabezazo de Galoppo que
sacó espectacularmente Bologna, casi no generó peligro Banfield en el segundo
tiempo. Sólo un remate cruzado de Álvarez, inquietó al ex arquero del Taladro.
River no sólo tuvo la fortuna de golpear en los momentos justos, sino que
además aprovechó bien los bajones anímicos de Banfield que no se recuperó de la
lesión de Cuero y de los goles de su rival. Ahora hay que focalizar en el
partido ante Godoy Cruz en Mendoza, ir a ganar para asegurar la clasificación a
la zona campeonato. El Archu intentó, con los cambios, darle una lavada de cara
al equipo, pero ni Álvarez ni Urzi, entraron bien el juego. La joya de Banfield
evidencia su flojo momento y dejó en claro porque Fabián Bordagaray es hoy por
hoy el titular en ese sector del campo. Con el 0 a 0 todo fue paridad ya con la
ventaja, River aplicó su jerarquía y se quedó quedando, de manera merecida por
lo hecho en el segundo tiempo, con los tres puntos.