La clave en el fútbol es adaptarse a las
características de los jugadores, y no que éstos tengan que acoplarse a un
sistema. Sanguinetti cumple al pié de la letra con eso, entendió que teniendo
jugadores con características distintas, iba a complementar un equipo que viene
sufriendo desajustes en todas sus líneas. Armó una defensa más sólida, con
Coronel como lateral derecho. Apostó a Luciano Lollo, y al menos en los
amistosos, el experimentado defensor viene respondiendo bien. Maldonado cumple y
Bravo, cada vez se destaca más. Los centrales muestran solidez y los laterales,
compromiso en la marca, pero también proyección. En el medio, Corcho es el
volante tapón ideal. No sólo marca y tiene despliegue, sino además buen pie y
criterio para distribuir. En esa zona, tiene margen para equivocarse, algo que
no le sucedía en el fondo. Está acompañado por dos todos terrenos como Galoppo
y Payero. Dos volantes modernos, que juegan de internos ofensivos pero que
colaboran en el retroceso. Galoppo tiene muy buen pie, y hace bien los relevos,
Payero es más explosivo y de ir para adelante y tiene un buen remate de media y
larga distancia. Mauricio Cuero es otra de las claves. Juega de extremo, tanto
por derecha como por izquierda, pero teniendo el compromiso de perseguir al
lateral rival. Eso lo hace a la perfección. Obliga en el uno contra uno, y ahí
el Taladro tiene un arma para abrir defensas cerradas. Lo mismo sucede con
Bordagaray, quien no tiene tanto recorrido, pero sí gol. Tiene mucha calidad y
dentro del área hace la diferencia, algo que desde hace tiempo Banfield no
tiene en un segundo delantero. Como referente de área está Fontana o Pons, allí
el Archu aún no tiene resultado quien será el titular o el suplente. Depende de
ellos en éstos últimos 10 días de entrenamientos. La base está, la idea
también. Sólo falta la competencia y plasmar las buenas intenciones que viene
mostrando Banfield en los amistosos.