El fútbol tiene éstas cosas, a veces las transacciones salen bien, y otras mal. Falcioni creyó que tenía cubierta la posición de Payero con Luciano Gómez y estuvo de acuerdo con la sesión del jugador a Talleres de Córdoba, en donde no tuvo la continuidad deseada. Payero apareció en la Primera de Banfield como una futura joya, y espera retomar la confianza cuando la pelota vuelva a rodar. Uno de los errores del Emperador fue traer a Junior Arias, quien no tenía lugar en Talleres de Córdoba y venía con un promedio de gol muy bajo, en 56 partidos con la T había anotado sólo 11 tantos. En Banfield disputó 19 encuentros e hizo sólo 2 goles. Su juego voluntarioso y comprometido sedujo a Julio César Falcioni, pero no fue operativo para el funcionamiento colectivo ni tampoco hizo la diferencia en la red. Con la salida de Arias, y posiblemente el alejamiento de Julián Velázquez, otra mala decisión de Falcioni, crecen las chances de Fabián Bordagaray y posiblemente, la dirigencia deberá hacer un esfuerzo economico para retener a Daniel Osvaldo. Es una incertidubre la vuelta del fútbol, pero la intención es cerrar la renovación de Dani Stone Osvaldo.
En cuanto a ventas, Agustín Urzi sigue en la mira de 3 clubes italianos, habrá que esperar a ver qué sucede con eso. La clausula es de 20 millones de dólares, pero se podría ir por menos de 10. Lo mismo sucede con Claudio Bravo y Mauricio Arboleda, dos de los jugadores más vendilbes del club. Banfield necesita dinero para hacerle frente a las deudas economicas.