Había que ganar, sobre todo luego del buen empate conseguido
ante el último campeón Racing de visitante. A los 15 del segundo tiempo parecía
todo perdido. Unión se imponía 3 a 1 y la cancha era un hervidero. El hincha
cantaba para animar al equipo, pero también insultaba a la dirigencia y pedía
más entrega. Hoy el Lencho habló y los jugadores supieron escuchar a tiempo
para poder revertir la historia. Dátolo nunca dejó de pedirla y se apoyó en Bravo
y Urzi, dos incansables. El descuento de Reinaldo Lenis le daba vida a un
equipo que parecía entregado. Con el 3 a 2, todo fue aliento y ánimo por parte
de la gente. A diez minutos del final, Bravo se la jugaba rápida a Dátolo quien
remataba cruzado para el 3 a 3. Y el hincha pedía más, quería ganar el partido.
Terminó siendo empate, agónico, en casa y ante un duro rival como Unión. Por cómo
venía el partido, el resultado terminó siendo un alivió previo al gran clásico
de la próxima semana contra Lanús. Hay
mucho por mejorar y corregir. Hay aspectos positivos, como la vuelta de Dátolo
y su fútbol, pero también preocupantes, como la falta de gol y presencia
ofensiva. Mucho tendrá que seguir trabajando Falcioni en la semana para darle a
su equipo el volumen de juego que aún no ha conseguido y las variantes en
ataque que todavía Banfield no tiene. Desde la actitud no hay que reprochar,
ahora habrá que agregarle fútbol.