La gente se fue cabizbaja, aplaudiendo a sus juveniles
del club, pero molesto con el entrenador y la dirigencia. Banfield no jugó
bien, fue superado en muchos pasajes del juego por Estudiantes y terminó, a
mediados de abril, su primera parte del año en cuanto a competencia oficial. Sólo resta la Copa Argentina, la
cual se terminará definiendo en el segundo semestre del año. El propio Crespo, se había
dado diez fechas de plazo para hacer un análisis de su gestión al frente del
primer equipo del Taladro. Eso manifestó
el DT el primer día que arribó a Banfield. De esos primeros 10 encuentros, sólo
ganó uno y no cumplió con el objetivo de ingresar a los torneos
internacionales. Tampoco pasó de ronda en la Copa de la Superliga, en los dos juegos restantes, y sólo queda
el consuelo de haberles dado más minutos a aquellos juveniles que había hecho
debutar Julio César Falcioni en el último tramo de su gestión. Posiblemente el
proyecto continúe, pero ya bajo la lupa del hincha que comienza a mirar con
desconfianza las virtudes de Hernán Crespo como entrenador. Del partido de
Estudiantes queda la impotencia de haber marcado mal en los balones detenidos,
pero también, de no haber aprovechado las situaciones de gol generadas. El
comienzo lo tuvo a Banfield protagonista, pero con el correr de los minutos se
fue apagando. Con el gol, el Pincha tomó confianza y dominó al término del
primer tiempo. Eso se prolongó en el segundo, y se acrecentó con el gol en contra de Nicolás Bertolo. Sobre el final un gol mal anulado al Taladro pudo
haber cambiado la historia del partido, pero con el 2 a 1 igualmente Banfield
se quedaba con las manos vacías. Terminó siendo 2 a 0 y despedida de la Copa de
la Superliga. Banfield fue más de lo mismo, no supo corregir en este duelo mano
a mano con Estudiantes, todas las falencias que tuvo durante la Superliga. El
llanto desconsolado de Urzi y la lesión de Galoppo marcan lo que terminó siendo
éste primer semestre para el Taladro.