El
fútbol tiene estas cosas, el dinero termina siendo un factor determinante para
todos, jugadores y dirigentes. Al delantero del Taladro se le debe mucho
dinero, se le negó la posibilidad de ir a River y ahora, con una deuda
millonaria detrás suyo, pega el portazo y se va a Racing, club que le pagará un
buen salario. Los dirigentes de Banfield no pusieron reparos, tenían la palabra
de liberarlo en caso de una buena oferta y además, se sacan de encima un
contrato alto y una deuda millonaria. Otro gran ídolo que se va por la puerta
de atrás, generando polémicas y contradicciones. Cvitanich manifestó siempre
que su deseo era retirarse en el club, pero no de manera gratuita. El fútbol es
un trabajo y él, a pesar de haber tenido una vasta y exitosa trayectoria, no se
siente representado por la forma de manejarse de ésta dirigencia, la cual le
debe mucho dinero. Lo mismo pasó con Walter Erviti, se le debía plata y se
forzó su salida. Bettini, ahora en Rosario Central, se fue y tuvo que resignar
su deuda. Pasó con Noguera, Cazares y la lista es extensa. Habrá que esperar el
desenlace final, pero hoy por la tarde, Darío Cvitanich se convertiría en nuevo
jugador de Racing Club. Oficialmente aún no hay nada confirmado.