Fue
un partido chivo, contra un equipo que manejó la pelota pero fue poco punzante,
quizás por merito de Banfield que se refugió bien su zona y cerró los circuitos
de juego del Halcón. Lejos estuvo el equipo del buen partido que tuvo ante
Gimnasia de La Plata. Le costó hacerse del balón, corrió detrás de él sin
alcanzarlo y no pateó un solo tiro al arco de Ezequiel Unsain. Lo mismo le pasó
ante Bostón River en Uruguay y contra Rosario Central. No pateó al arco, pero
en este caso, no recibió goles. Y esa es una buena señal pensando en la
revancha. Ganando en casa, el pase a 4tos de final estará asegurado. Falcioni
deberá trabajar mucho en el juego asociado del equipo, hoy estuvo carente de
eso. Dátolo y Bertolo no impusieron condiciones por las bandas y Cvitanich sólo
jugó a ser el primer defensor del equipo. La pelota nunca le llegó limpia y cuando logró tenerla, no tenía descarga. En
el fondo Civelli recuperó su nivel, Corcho fue prolijo y si bien lo mas flojo
se vió por las bandas, Defensa sólo progresó con alguna corrida de Togni, no
mucho más que eso. Fue el típico partido de Copa, en donde el local busca y el
visitante espera bien cerca de su zona. Fue inteligente Banfield, a pesar de
olvidarse de jugar y generar peligro. Ahora se viene Vélez por Superliga, un
rival parecido al Halcón, con jugadores dinámicos y verticales. Si Falcioni
repite formación, le irá dando confianza a un once titular que tiene buenos
nombres propios pero que deberá corregir algunas cuestiones en ataque para ser
un equipo, además de duro y fuerte, también peligroso.