Los
clásicos son así, disputados, hay mucho en juego, se arriesga poco y
generalmente salen partidos aburridos y con pocas situaciones de gol. En este
caso las más claras la tuvo Lanús, una que pegó en el travesaño tras un tiro
libre y otra que sacó Arboleda sobre la línea tras un centro pasado. No hubo
mucho más que eso en los 90 minutos que duró el partido. En el primer tiempo el
local impuso condiciones, tuvo la pelota, generó chances y mereció la ventaja.
Banfield bien parado atrás tuvo poca sorpresa ofensiva y sólo dependía de
alguna jugada aislada de Alvárez. El equipo volvió a extrañar a Nicolás
Bertolo. Quizás fue Juan Alvárez el único que tuvo ese cambio de ritmo y
determinación en el uno contra uno, pero no hizo expulsar a nadie, ni le
cometieron penal, como generalmente hace Bertolo. El capitán Cvinitach estuvo
muy sólo, Mouche casi ni tocó la pelota y Dátolo se hizo cargo del balón en el
segundo tiempo, porque en el primero no la tuvo. Remedi, como siempre, volvió a
ser el patrón del medio campo, y con Álvarez y Arboleda fueron los tres, las
figuras de Banfield. Hay mucho por corregir, pero el punto termina sirviendo.
Fue un clásico, de visitante, ante un Lanús que tiene buenos jugadores a pesar
de no estar en su mejor versión. El próximo sábado ante Godoy Cruz en casa,
estará la posibilidad de hacer valer el punto conseguido en el clásico y de
visitante. En ese caso, Banfield quedará muy cerca de la zona de Copa
Sudamericana, principal objetivo de éste semestre del año.