Haciendo
un análisis global del partido, sin dudas que Banfield mereció al menos el
empate. Falló en la definición y Boca, con un gol a los 3 minutos de juego,
entendió que debía aguantar el partido y dejar que los minutos transcurran. El
Xeneize tuvo también varias claras que no pudo aprovechar, pero por momentos
fue superado por los pibes de Falcioni. Por momentos hasta Banfield sometió a
un Boca puntero que nunca se sintió cómodo en el partido. Sólo al comienzo con
el gol encontró espacios, luego corrió más de lo que jugó y con el correr de
los minutos los pibes de Falcioni dejaron el respeto de lado y con más ganas que buen fútbol, fueron
arrinconando al rival. La jerarquía de Boca hizo que el partido sea menos
vertical y más pensando.
Ahora
la cabeza está puesta pura y exclusivamente en Montevideo, allí Banfield se
juega todo por el todo en busca de la clasificación a la zona de grupos de la
Libertadores. Es uno de los partidos más importantes que tiene el club en los
últimos años.