Llevaba un lustro el voley femenino en Primera. Y después de la primera etapa de todos contra todos entre los 16 equipos, las chicas quedaron en los play off para pelear, en partidos de ida y vuelta, por uno de los ascensos a la máxima categoría. Tocó Deportivo Morón. Y fue duro: derrota como visitantes, primero, por 3 a 2; triunfo en casa, después, también por 3 a 2. Y un desempate que tocó afuera. Fue de nuevo 3-2, pero para las nuestras, con apretado tie break de 15-12.
“Respecto del equipo del año pasado tuvimos algunas bajas y algunas altas. En el 2017 se llegó a cuartos de final, pero este año se solidificó la idea de juego y se pulió la toma de decisiones. El resultado es un equipo más sólido”, señaló el entrenador de la Primera ahora ascendida, Gustavo Castillo.
En el conjunto albiverde conviven hoy algunas chicas menores, alguna intermedia y varias que rondan los 30. Esa conjunción dio como resultado “un equipo experimentado”, según Castillo, que moldeó el ascenso apoyado también en la tarea del preparador físico Emiliano Cattáneo. Lo que viene, avisa el profe, será “muy difícil”. “La mayoría de los otros equipos tiene profesionales. No es fácil sostenerse en la elite. Hay que hacer un muy buen trabajo, bien planificado”. Pero para eso falta un poco. Mientras, festejemos. (Fuente Actividades Deportivas)