Por Guido Cichello. El equipo jugó un gran partido y terminó justificando, desde el trámite del juego, el resultado final. Pudo haber sido más abultado, pero los goles de Bettini y Cvitanich le dieron los primeros tres puntos al Taladro en esta nueva Superliga. Belgrano tuvo un pobre desempeño y fue superado en todas las líneas.

Fue un partido casi perfecto el que jugó el equipo. Dominó de principio a fin y mereció golear a un Belgrano que demostró poco y nada, un poco por propia inoperancia y otro tanto por el buen trabajo del Taladro que no le permitió tener circuito de juego y lo obligó al pelotazo constante. Individualmente el equipo hizo pesar su categoría, con un Bertolo que sigue en un gran nivel, también con Renato Civelli que es la voz de mando y el dueño del fondo y con un Dátolo y Cvitanich colaborativos, comprometidos con la causa y también desequilibrantes. El resto, no sólo acompañó, sino que también impuso condiciones y ganó los duelos individuales. Arboleda no pasó sobre saltos y  el equipo, que erró algunas jugadas muy claras, terminó ganando 2 a 1 gracias a los goles de Bettini de cabeza y de Cvitanich de penal, tras una falta a Bertolo, figura de la cancha y quien además hizo expulsar a un futbolista rival. Hay mucho por mejorar y corregir, pero este es el camino que debe seguir Banfield. Repitiendo actuaciones como las de hoy, serán más las victorias que las derrotas o empates. El equipo debe hacerse fuerte de local y sacar puntos de visitante, esa es la fórmula que lo llevó al éxito el semestre pasado.