domingo, 21 de mayo de 2017 - 21:38

Un viaje a Rosario, algunos premios y la gran prueba de la convivencia

 Gran experiencia de las jóvenes patinadoras del Taladro en el Torneo Nacional de Patín Artístico realizado en Rosario, con premios incluidos y unos días sin sus padres.

 



 18664145_1523503947669295_877430933512775300_nRosario fue sede durante toda una semana del Torneo Nacional de Patín Artístico para la divisional B, y allí estuvieron cuatro de nuestras deportistas que, además de traer algunos premios para Banfield, dieron una verdadera prueba de carácter al formar parte de una delegación, sin los padres, y con exigencias nuevas.
Lucía Macari volvió con el cartel de tricampeona argentina en Escuela, Libre y Combinada; Avril Moretti fue subcampeona en Escuela y Combinada, y 3ra en Libre; Nahir Maidana regresó con un bicampeonato en Libre y Combinada, y un 4to puesto en Escuela; y Micaela Sena fue 9na en Escuela. Lucía, por su desempeño, tuvo además el honor de ser la abanderada de la Federación Metropolitana.
Y si bien los premios logrados en la pista del Club Atlético Provincial rosarino suman, porque, al cabo, muestran los resultados de un proceso, no fueron lo más importante de este viaje: lo principal fue el paso dado como una experiencia de convivencia sin los padres –el viaje fue en delegación esta vez-, entre otras 100 deportistas, y valiéndose solas en muchos momentos de la estadía.
“En lo deportivo, las medallas nos gustan a todos. Pero habíamos consensuado que íbamos a buscar dar el máximo en las coreografías en el momento de competencia, algo complejo cuando está en el medio la ansiedad, los nervios. Si llegaba la medalla, lo considerábamos un mimo más”, relató Melina Alguibay, al frente del equipo junto a Cristian Molinari.
La confianza estaba: de alguna manera, por lo bajo, las patinadoras y los profes sabían que si se lograba un programa como lo ensayado, el premio llegaría. Pero el premio extra fue adaptarse a una comida que no era la de sus casas, levantarse solas, resolver cada inconveniente del día a día y atravesar la convivencia, una meta nada sencilla si se piensa que, por ejemplo, una de nuestras patinadoras tiene apenas 9 años.
Igual, el grupo no tiene tiempo de festejos ni de descanso. En apenas 4 semanas llega el torneo sudamericano y en el medio hay un certamen clasificatorio para un campeonato nacional de la A.(Fuente: Banfield-Actividades Deportivas