Editorial Soy de Banfield.
Medimos todo de acuerdo a lo que pasa exclusivamente con el fútbol. Y eso es solo una parte de la realidad. El problema real de este Banfield no es ganar o perder un clásico. Esta dirigencia no va a ser mejor o peor por un resultado futbolístico. Si en la fecha 24 Banfield le gana a los marrones, no quiere decir que esta sea la mejor dirigencia de la historia, de la misma manera, que la derrota del domingo no la coloca como la peor. Pero es cierto y preocupante que hay una profunda crisis dirigencial que nadie se ocupa de resolver.Vamos por partes,
Banfield cerró el 2016 a un paso de la cima y en ascenso, con la ilusión de recibir a Boca en el Lencho y arrebatarle la punta. Sin embargo, en el largo y desprolijo receso del fútbol, el Taladro fue tapa de los diarios por el cabaret armado tanto por Erviti como por Spinosa. De un lado y de otro se fue subiendo el tono de la discusión y el perjudicado fue Banfield. Mientras tanto Silva se iba en silencio a continuar su negocio en Chile. Mientras tanto, para calmar las aguas se comentaba a viva voz que Independiente iba a resarcir a Banfield, pero el dinero nunca llegó y nadie dio una explicación de lo sucedido.Además de ver partir a sus ayudantes por falta de pago, Falcioni se encontró sin dos figuras claves de un equipo que tenía andar parejo y ganador y trajo dos refuerzos de renombre, uno titular y otro suplente. Con lo cual, a las claras, el equipo NO se reforzó sino que sumó voluntades con fines publicitarios.
Se dilapidó la chance futbolística y a la vista están los resultados, 1 triunfo y 3 derrotas en lo que va de este 2017.Además de los citados, como el “prestigioso” cuerpo de abogados contratado por el club no representa en lo más mínimo a Banfield, también sufrimos las salidas de Cazares, Noguera, Yeri y Bologna sin ver un solo peso.Banfield ES FUTBOL, pero no únicamente fútbol profesional.
En las inferiores el desconcierto es aún mayor. 5 coordinadores en 4 años de gestión marca a las claras que no hay un rumbo claro en este rubro que es el más importante de un club formador como fue Banfield históricamente. En las primeras 2 fechas del torneo de juveniles, las 3 categorías menores empataron 2 y perdieron 4. Convirtieron 8 goles y recibieron 20, un promedio de 3.3 por partido. Alarma.
Institucionalmente vacíosPasemos a la Sede ¿Cuál Sede? Sportclub ocupando el sector central y más importante de la calle Vergara ¿a cambio de qué? Vaya uno a saber. Mientras tanto, actividades como patín o gimnasia deportiva que hace unos años tenían lista de espera para sumar deportistas, hoy deambulan en patios de colegios vecinos o clubes de barrio para entrenar. Terrible pérdida de identidad y pertenencia. Puerta de entrada (cerrada) a nuevos hinchas y socios que prefieren defender otros colores.El ICAB es una realidad y bienvenido sea. Pero tanto el jardín de infantes como el nivel secundario se desarrollan en predios alquilados, es decir, si mañana sus propietarios piden cualquier dinero para renovar, nos vemos obligados a pagarlo aunque sea una locura.Los empleados, docentes y directivos están con sueldos sin cobrar desde hace 4 meses.
Entonces ¿El problema es perder con Lanús? No. Tampoco ganarles es la solución.Es indudable que todo esto nos muestra a las claras la dura realidad de uno y de otro lado de Malabia. Hasta el club les entregó a los granates una plaqueta por los logros obtenidos. Y no tenemos mucho por envidiarle, salvo que ellos tienen una cantidad inmensa de socios que no son dirigentes pero colaboran ad honorem en las distintas áreas del club. Nosotros no, porque esta dirigencia les cerró las puertas.En Banfield hay una terrible anemia dirigencial. Terrible. Los que estuvieron porque se fueron, los que están porque llegaron, los que vendrán porque aún no llegaron. Por los motivos que sean,
Banfield no suma, divide. Y así nos está yendo en todos los sectores. Repartir culpas es sencillo, pero con eso no hacemos nada.No hay reuniones de Comisión Directiva y cuando algunos se juntan ni siquiera hay quorum porque Spinosa está más preocupado por mendigar un cargo en AFA que por salir de esta crisis institucional en la que estamos inmersos por sus constantes desaciertos e improvisaciones.La única salida a esta crisis es un gesto de grandeza, pero real, de convocatoria a diferentes sectores. Está muy claro que el día a día del Club les queda demasiado grande a la cantidad de dirigentes que efectivamente trabajan. Sería bueno que una vez por todas se abran las puertas. Pero no para la foto, sino para que todos los sectores que se quieran sumar puedan tener sus espacios y responsabilidades para colaborar. Pero por sobre todo hay que darles respaldo y no darse el lujo de perder dirigentes por chusmerios o audios berretas de whatsapp.
Claramente el proceso de Spinosa está terminado porque logró el objetivo que buscaba, ser presidente a cualquier precio y se olvidó el proyecto que pregonó durante años en la puerta de entrada de la que era nuestra sede social. Será cuestión de que Banfield no pierda más tiempo y se deje ayudar.
Hay más de un año por delante para las próximas elecciones y Banfield no se puede dar el lujo de dilapidarlo. Hay que sumarse a trabajar ya, con los que están, con los que se fueron, con los que vendrán y con todos los Banfileños que se quieran sumar.