miércoles, 15 de febrero de 2017 - 23:06

Maia Cuello: Como en otros casos, la culpa es de papá

De Actividades Deportivas. Conocemos a Maia, que hace cinco años -casi la mitad de su vida- juega al tenis y hace tres en el Taladro. ¿Como es estudiar y entrenar?. La opinión de su entrenador, Miguel Aladro.



La culpa es de papá. O al menos una parte de la culpa. Porque fue quien le regaló una Nochebuena una raqueta cuando ella era muy chiquita. Y después la “peloteaba”. Y entonces ella le fue agarrando el gustito y llegamos a esto: a que Maia Cuello, tenista de Banfield, se quedara este año con varios trofeos.

De 12 años y jugadora desde los 5 apenas cumplidos, Maia se mudó a tierra albiverde hace unos 3 años. Acaba de pasar a 2do del secundario “sin ninguna materia”, aclara -y hace bien-, en la Escuela número 18 de Monte Grande. Es verdad: no se llevó ninguna, pero Matemáticas cuesta. Y Ciudadanía agrada. Para quien entrena cuatro veces por semana eso de andar bien en la escuela es meritorio.

Maia considera sus “amigas” a las otras tres integrantes del cuarteto banfileño que este año anduvo ganando torneos de menores: Agustina, Melina y Pilar. Pero el título de “mejor amiga” se lo queda Daniela. Parte de su cariño va para su hermano Tiziano, de 8, que la pelea bastante pero que también... alienta en los partidos. En la casa, además, viven mamá Rocío, papá Claudio y las mascotas “Rulo” y “Nena”.

Escuela a la mañana, tenis por la tarde y tareas y estudio a última hora del día, nuestra tenista hace magia con el tiempo para dedicarse de a ratos al celu, a las canciones de Katy Perry y a su gusto por el dibujo. A las frutas y los licuados recomendados por su actividad, ella agrega el helado de granizado. “Antes era fan de (Maria) Sharápova. Ahora soy fan de mí misma”, suelta, y agrega como meta: “ser la mejor, con mucho entrenamiento”. Para eso, trabaja con los profes Ale Weiner y Emiliano Arburúa en la semana, y con Miguel Aladro los sábados.

Aladro, coordinador del tenis del club, parece reforzar esa aspiración: “es un placer trabajar con ella. Es la singlista número 1 del equipo, e igual que el resto de las chicas, tuvo un gran año. Tiene velocidad de pelota, es liviana y rápida. Y tiene mucho para crecer, porque es prolija y sabe escuchar. Maia es un gran proyecto del club”. Maia es made in el predio. Y nos pone contentos.