martes, 16 de febrero de 2016 - 22:15

Amargo trago en el empate 1 a 1 ante el Cervecero en casa

Por Guido Cichello. El equipo no pudo conseguir los tres puntos de local y terminó siendo empate 1 a 1 ante un timorato y deslucido Quilmes. Banfield tuvo muchas situaciones de gol claras que no pudo aprovechar y terminó lamentando un empate que por cómo se dio el partido, tendría que haber sido goleada a favor. Hay mucho por corregir y analizar de cara al futuro inmediato.

silva vs quilmesEl hincha se fue masticando bronca, más que nada porque éstos dos puntos se lamentarán a futuro y eso es lo que más duele. Hoy Banfield tuvo todo como para ganar el juego y su propia inoperancia ofensiva y mezclado con la suerte de su rival, dieron como resultado un empate con sabor a poco ante un timorato y deslucido Quilmes, que sorpresivamente dio demasiadas ventajas en todas sus líneas. Es éste equipo Cervecero quizás uno de los peores que enfrentó Banfield en muchos años y no pudo aprovecharlo. El juego fue ampliamente favorable para el Taladro, desde principio a fin. Pero un error defensivo al comienzo del partido le terminó costando muy caro. Tuvo un penal a favor en los pies de Silva que no pudo aprovechar y luego tres situaciones netas de gol que no terminaron en la red. Vivas se fue mirando el césped y preocupado al vestuario al finalizar esos primeros 45 minutos. Uno creía que el Cervecero iba a ajustar todas sus líneas, pero nada de ello pasó, daba la sensación que jugaba con dos hombres menos, de tantas ventajas que daba. Los delanteros muy aislados, los volantes no presionaban y los defensores hacían lo imposible para que Banfield convierta. Pero los minutos pasaban, la presión crecía y Banfield no concretaba en relación a la innumerable cantidad de situaciones de gol que generaba.  Hasta que una genialidad de Erviti puso a Silva en posición de gol y el Tanque, ésta vez de cabeza, no falló. Era el empate parcial y a buscar la victoria. Los minutos finales fueron tensos, y Banfield terminó dando ventajas para que Quilmes también lo pueda ganar. La desprolijidad se adueño del partido que estaba para cualquiera, aunque era Banfield quien claramente merecía los tres puntos. El pitazo final de Pablo Díaz, evidenció el mal humor por haber dejado dos puntos claves en el camino, ante un Quilmes que dio muchas ventajas y que de seguir así, tiene el descenso programado. Mirando puertas adentro hay mucho por corregir en Vivas, sabiendo que tiene un plantel plagado de juveniles, pero que deberán crecer a los golpes, más que nada en este tipo de partidos en donde los tres puntos estaban al alcance de la mano y se escurrieron como la arena en la mano de un niño.