Por Guido Cichello. En los diez días que lleva de trabajo Claudio Vivas se puede notar un cambio en la mentalidad del equipo. Lejos de ser ese equipo desesperado por hacer 3 goles antes de haber convertido 1, ahora Banfield tiene paciencia y prioriza el resultado y el rendimiento colectivo por el individual.

Ante Godoy Cruz se observaron muchos cambios con respecto al Banfield de Almeyda. Si bien fueron sólo 90 minutos, alcanzó para sacar algunas conclusiones. La principal, la inteligencia para manejar el resultado, ceder la iniciativa y no desesperarse por ampliar el marcador, sino por mantenerlo. Uno de los aspectos más criticados de Almeyda era el poco estudio del rival. Tenía herramientas para trabajar sobre los errores y virtudes de sus adversarios pero no las usaba. Para Vivas es un aspecto determinante del juego. Se notó en el segundo tiempo ante el Tomba cuando estos pusieron a Gonzalo Díaz como enlace. Rápidamente Iván Rossi ingresó para solucionar ese inconveniente en la zona central del campo. Ahora el equipo no juega más mano a mano en todo el campo, sino que analiza el trabajo en conjunto por sobre el individual. Sabe Vivas que ante equipos más humildes puede plantear un juego ultra ofensivo pero es consciente de las limitaciones de su equipo, algo que Almeyda no percibía. Contra Gimnasia será una prueba de fuego para saber donde está parado este Banfield que sigue en búsqueda de cuerpo técnico. Nombres hay muchos proyectos que convencen, pocos.