En la reunión de Comisión Directiva del último miércoles, tanto opositores como oficialistas se sorprendieron cuando luego de ser consultado por la oposición, el Presidente Portell tuvo que notificar a sus pares de la verdad de los números del préstamo de Pablo Santillo a Racing. El Club había informado en todos los medios, que ingresarían U$S 130.000 en concepto del préstamo y que la opción era de U$S 600.000 sin dar más detalles, como nos tienen acostumbrados. Ante el apremio en que se vio el Presidente, tuvo que decir la verdad y resultó no ser así: A Banfield le quedarán solo U$S 65.000 por el préstamo, ya que la otra mitad va a parar a las arcas de un grupo económico que tiene el 50% del pase. Pero ésto no es todo: en caso de que Racing haga uso de la opción, hubo otra sorpresita más. No solo a Banfield le iría a quedar la mitad de lo pactado, sino que además se le descontarán U$S 100.000, por lo que la opción es de U$S 500.000 y al club le ingresarían solo U$S 250.000. De ésta manera, si Pablo, suplente en Banfield no por sus condiciones, sino porque delante suyo está el capitán, ídolo y referente del Club (Lucchetti), triunfa en Racing, Banfield ya pactó quedarse con solo U$S 250.000, una cifra que no alcanza ni para pagar el sueldo de un año de un arquero suplente, de acuerdo a los contratos que hoy se están firmando. Convengamos que el volante Quinteros, reciente incorporación, se sumó en el Club a cambio de U$S 240.000 por solo un año. Además, Banfield comparte ganancias con el grupo inversor (desconocido), pero no pérdidas. Ya que el sueldo, las primas, los premios y toda la infraestructura y vidriera para el jugador, la puso solo el Club. Al ser consultado el presidente acerca de quien había pactado los detalles y las cifras de la operación, contestó que la Subcomisión de fútbol, integrada por él mismo, Néstor Villar y Clide Diaz.