Banfield se volvió de Rosario sin nada. Pero realmente sin nada. No fue solo una derrota sino cómo se dio la derrota. Banfield en el segundo tiempo fue un equipo sin alma, se quedó con un jugador menos y pareció que hubiesen expulsado a 3 jugadores.

Banfield fue de mayor a menor, cediendo terreno, pelota y actitud. En ese orden. Mientras que Central lo ganó a la inversa, primero y principal ACTITUD, luego manejo de pelota y finalmente se quedó con todo el terreno.

Ya a los 10 minutos del segundo tiempo el partido era un calvario para los banfileños, apostábamos únicamente a no perder, al milagro que no sucedió.

En el segundo tiempo el conjunto de Garnero NO pateó al arco y pasó la mitad de cancha en 2 o 3 oportunidades. La pelota quemaba en los pies de todos los jugadores del Taladro, fue todo de Central, pero no por mérito propio del local sino por decisión de Banfield.

El cambio de Bauchet por Chávez dinamitó la única esperanza que teníamos. Todo es consecuencia de algo, nada es casual. En el receso cuando el plantel pedía a gritos un delantero se trajo un mediocampista. Y eso se paga. Central, Olimpo y Gimnasia trajeron goles mientras que Banfield no. 

Falta mucho? si, es cierto. Matemáticamente hay chances pero desde dentro de la cancha no se contagia nada hacia afuera.