lunes, 06 de octubre de 2003 - 21:01

Carta de Enrique Peralta - Peña Rosarina

En el diario Olé del lunes 29-9-03 encontramos dos notas que ratifican mis conceptos anteriores sobre las referencias a la camiseta en el folklore futbolero, ambas en las columnas "De Frente", con las que este diario comienza la crónica de cada partido.\nPor orden de aparición, la primera se refiere al susto que pasó River frente a Quilmes. Se titula "El Real de Quilmes se la aguantó", y dice así: River había jugado hace seis días con el Real Madrid. Parece que ver otra vez la camiseta blanca enfrente lo confundió un poco al equipo de Manuel Pellegrini... (Textual; sólo las negritas son mías).\nLa segunda, que tiene doble valor para este comentario porque se refiere justamente a nuestro querido Taladro, se titula "Y... así son los amigos", y dice: Allí, en la Primera C, bien lejos del fútbol grande, Funebreros y Granates empezaron a compartir, como amigos. Por ejemplo, el tremendo pavor que les provoca ver la temible casaca albiverde. Ya sabés de qué se trata eso de la amistad y de la camiseta..." (de nuevo textual, con resaltado mío).\nNo quiero ahora reiterar tantos conceptos ya vertidos anteriormente, pero debo cerrar esta participación repitiendo uno sólo de ellos, el más afín a lo expuesto: los colores de la camiseta identifican a un club no sólo entre sus seguidores, sino entre toda la afición deportiva, y particularmente frente a los tradicionales rivales. Por caso ¿les causará pavor a esos dos que menciona el periodista ver la camiseta anaranjada?\nPermítaseme algo más. Junto a esa columna, en la primera de las 4 páginas que el diario dedica a este inolvidable Banfiled 3 - Chacarita 0, hay un primer plano del Loco Cervera, festejando su gol. Más atrás un funebrero en el suelo, Serna con los brazos en jarras, y una casi vacía y silenciosa tribuna. ¿Qué es lo más emocionante de esa contundente imagen? Ya te lo estarás imaginando... ¡la banda verde sobre fondo blanco, la misma casaca que se cargó de gloria en 1951! La única con la que Banfield es... ¡BANFIELD, PARA TODO EL MUNDO!